MEDITACIONES

de     P. F.

Otro tema, bastante difícil pero importante  *

Hemos escrito sobre los tres temas que se pedían; si hay tal cosa como “libre albedrio”, la oración, y el perdón.  Seguramente no se ha escrito con mucha profundidad, pero no es mi intención profundizar los temas tanto que levantar el interés en cada cual hacer más diligencia en escudriñar las escrituras.  Hoy día pienso escribir sobre algo solemne y fuera de lo que he intentado escribir en los quince años de estos estudios pero me parece que debo escribirlo.  La petición que recibí recién es este:

“Como mis hijos ya están en la adolescencia (tengo niño 16 y niña 12) quisiera si pudiera abordar el tema de la sexualidad, tal vez con ejemplos como el de José que huyó de la tentación ..., o algo que pueda servir para hablarles de cómo pudieran esperar en el Señor a la persona que tiene para ellos ... cómo pueden saber ellos en su corazón esto ... en la escuela les enseñan de la parte física (lo cual en mi hija ha creado mucha confusión) pero no hablan de la parte espiritual ... En casa tratamos de hablarles en base a la palabra de Dios sobre el tema, pero siempre será de mucha ayuda tener el consejo de algún otro hermano sobre este tema tan difícil”.

Con la ayuda del Señor, pienso escribir sobre una predicación a los jóvenes en un campamento hace ya como cuarenta y cinco años, si no me equivoco, pues yo no tenía ni trece años cuando escuché esta predicación.  Todavía pienso de algunas palabras específicas que el hermano compartía y a pesar de mi tierna edad, se pegaban en mi mente y me perseveraban de la fornicación (relaciones sexuales antes o afuera del matrimonio) en mi juventud.  Ojalá que sean de ayuda a otros incluso la hermana que me escribió.

“No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”. Hebreos 12:16-17  Esaú se conoce comúnmente como el hermano de Jacob que perdió su primogenitura por el engaño hábil de su hermano y mamá que trabajaba a favor de Jacob.  De su fornicación realmente no leemos en el antiguo testamento, pero de su carácter si leemos y podemos entender.

“Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”. Génesis 25:29-34

Se ve en estos pocos versículos que tipo de hombre era Esaú.  Decía (después de quizás ocho horas sin comer) “me voy a morir de hambre”.  ¿No hubiera sido mucho más prudente decirle a Jacob “para nada te vendo mi primogenitura por un precio tan barato … me voy a nuestra mamá para pedirla que me prepare algo”?  Pero no, dijo que no podía esperar ni un minuto más.  Así es con los adolescentes y jóvenes con los consejos del mundo: Dice la voz del mundo en general “¿Para qué esperar para el matrimonio para tener relaciones sexuales cuando tienes estos deseos ahora mismo?  No hace daño a nadie si se hace esto y te va a satisfacer …”.  Pero es una mentira, como tanto en el mundo.  Esaú decía que no podía esperar para la comida porque tenía mucha hambre.  Tampoco esperaba para el matrimonio para tener relaciones sexuales pues la escritura nos dice que era “fornicario”.

La verdad es muy diferente.  Esaú no iba a morir de hambre, aunque decía que sí.  También se sabe que hay bendición para el joven o la joven que se guarde de la fornicación por amor al Señor.  La hermana mencionó a Jose quien huía de la tentación.  He pensado sobre el montón de excusas que Jose hubiera podido inventar para justificar el acto de fornicación con la mujer de Potifar.  “Mi familia me ha abandonado, hasta haberme vendido, así para que no satisfacer mis deseos carnales con esta mujer que me quiere”.  O “soy esclavo, tengo que hacer lo que me dicen”.  O “quien va a saber si me meto con esta mujer”.  Pero no, huía Jose con estas palabras de fe “¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios”?  Jose vivía en la presencia de Dios y así escapaba la tentación de una mujer.

“Todo el mundo lo hace” es un dicho común sobre la cuestión de relaciones sexuales fuera del matrimonio.  Lo que hace todo el mundo, no es lo que agrada a Dios.

Pensamos más de David que cayó en este mismo pecado, cuyas consecuencias eran grandes.  “Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella”.  Vemos lo que le conducía a David al pecado; era la vista de una mujer hermosa y desnuda.  No dudo que la mujer Betsabé llevaba algo de responsabilidad de no bañarse en algún lugar más escondido pero la escritura solo habla del pecado de David y no de la mujer.  Los musulmanes ponen toda la carga en la mujer; la hagan cubrirse de los pies hasta la cabeza en algunos casos.  Si pasa algo, dicen que la mujer tiene toda la culpa, disculpando al hombre con sus deseos no controlados.  Las escrituras si hablan de la modestia de las mujeres cristianos.  Posiblemente las muchachas poco piensan cuales son los afectos de sus vestidos sobre los hombres y Pablo les decía “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”. 1 Timoteo 2:9  Pero fin de todo, David pagaba caro por su pecado (aunque lo confesó y le fue perdonado.)  No fue posible que él echara la culpa en Betsabé.

Hay muchas tentaciones sexuales en el mundo de hoy en día, peor que nunca.  Pero como el pecado de adulterio (fornicación con una mujer casada o un hombre casado) traía a David otras clases de pecado aún más feos, así es en el mundo de hoy en día.  ¡Cuánto ha sufrido la sociedad por haber tragado la mentira de Satanás que los pecados sexuales son inocentes, al menos que no hagan daño a nadie!  Niños nacidos fuera de matrimonios que han sufrido por no tener la familia intacta; los abortos tan comunes que dañan a la mujer psicológicamente y a veces físicamente también; las enfermedades de contacto sexual; sería posible continuar a lo lejos a observar las consecuencias de esta mentira tan fuerte pero esto sirve para unos ejemplos obvios.

La primera pareja andaban desnudos, nos dice Génesis 2:25 “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”.  Pero cuando cayeron en pecado, “Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.  Desde entonces, la ropa es importante para protegernos de los pecados sexuales.  Se puede decir que si no se quita la ropa, es muy improbable que caigas en el pecado de relaciones sexuales.

No se si esto sirve para contestar la petición de la hermana.  No es un tema que me gusta tratar, pero la petición de la hermana era honesta y sincera, y espero que esta meditación sirva de ayuda a ustedes jóvenes que están rodeados con esta clase de pecado en el mundo de hoy en día.  Que el Señor nos guarde a cada uno caminar en su temor como caminaba Jose.

FELIPE FOURNIER
30 abril de 2017